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viernes, 6 de junio de 2025

Guanape: Desde la Misión Franciscana hasta la Consolidación Republicana

 

Un Recorrido Histórico por Guanape: Desde la Misión Franciscana hasta la Consolidación Republicana

Gustavo A. Domínguez M.

 

La historia de Guanape, al igual que la de muchos pueblos provinciales en Venezuela, presenta  lagunas y detalles que se han ido reconstruyendo a través de documentos históricos y relatos locales.

La Primera Fundación (1650). El Asentamiento Post-Terragona y la Persistencia Familiar Temprana (1643 en adelante):

Un hito temprano en el poblamiento no indígena de la zona fue la destrucción de Terragona por los indios Tomuzas en 1643.

Un vínculo crucial con el origen Guanape y  Sabana de Uchire radica en los pueblos indígenas de Puruei (Puruey) y San Juan Evangelista del Tucuyo (Tucuyo). Estos asentamientos, fundados con anterioridad y con una historia de evangelización franciscana, sufrieron la devastación de las guerras y los incendios, provocando la dispersión de sus habitantes. El documento de reclamos de terrenos de 1874 (AGN) es categórico al afirmar que Puruei y Tucuyo constituyeron el germen de las poblaciones de Boca de Uchire y Sabana de Uchire, y que sus indígenas eran los dueños legítimos de las tierras por concesiones españolas a sus antepasados. Esto establece una continuidad ancestral y territorial que es fundamental para comprender la composición demográfica y la eventual evolución de estos pueblos. La resistencia de los indios a ser sometidos y a pagar tributos, fue un factor constante que influyó en la lentitud del proceso de formación de pueblos estables.

La fundación de San Salvador de Guanape en 1650 se atribuye a Fray Lorenzo de Belmonte, un misionero Franciscano. La labor de los misioneros en esa época era fundamental para la colonización y evangelización de los pueblos indígenas. En el caso de Guanape, se estableció en un territorio habitado por los indígenas Chaimas.

Es importante entender el contexto de estas fundaciones. Los misioneros buscaban congregar a las poblaciones indígenas, a menudo seminómadas, en asentamientos permanentes para facilitar su evangelización y la integración al sistema provincial. Estos pueblos de misión no siempre prosperaban de inmediato o de manera estable, y a menudo eran susceptibles a ataques, enfermedades o abandonos. De ahí que, a pesar de la fundación inicial, se menciona que "poco quedó" de esta primera etapa.

El Resurgimiento y la Misión Franciscana (Siglo XVIII)

El verdadero afianzamiento del pueblo de Guanape parece haber ocurrido en el siglo XVIII. Para 1745, cuando el Padre Caulín, otro misionero franciscano, documenta la situación de las misiones, encontró a Guanape ya constituido, aunque con una población reducida de blancos e indígenas. Esto sugiere que el asentamiento, aunque no había desaparecido por completo, posiblemente no se había desarrollado con la misma rapidez que otras poblaciones. La presencia de los Franciscanos Observantes en la región de Píritu y Unare fue constante, y ellos jugaron un papel crucial en la consolidación de estos pueblos.

Origen del Nombre

El nombre "Guanape" tiene raíces indígenas. Se cree que deriva de vocablos como "Huanapo" o "Huanapur", que significan "heredad de campo" o "labranza". Esta etimología es coherente con la ubicación geográfica del pueblo, que se encuentra en una zona de valles y tierras fértiles, aptas para la agricultura y la ganadería. Los cumanagotos, otro grupo indígena de la región, utilizaban un vocablo similar al haitiano "conuco" para referirse a la heredad de yuca o campo labrado, lo que refuerza la conexión del nombre con la actividad agrícola.

Guanape en la Lucha por la Independencia

Guanape no fue un pueblo ajeno a los acontecimientos históricos importantes de Venezuela. Durante la Guerra de Independencia, el pueblo sirvió como punto de encuentro y partida para importantes acciones bélicas. En 1821, figuras clave como los Generales Carlos Soublette, José Francisco Bermúdez y Pedro Zaraza se reunieron en Guanape, lo que subraya su relevancia estratégica en ese período.

Patrimonio Cultural y Tradiciones

Guanape, al igual que muchas poblaciones venezolanas, conserva una tradición cultural que combina elementos indígenas y virreinales. Las fiestas patronales, como las dedicadas a la Virgen de la Candelaria (2 de febrero), son un claro ejemplo de la religiosidad y el arraigo cultural de sus habitantes, con celebraciones que datan de hace más de dos siglos.

La historia de Guanape es un reflejo del proceso de conquista y población en Venezuela, desde las primeras fundaciones misionales, pasando por su consolidación como pueblo y su participación en eventos de la historia nacional, hasta su configuración como la entidad municipal que conocemos hoy.

Elevación a Parroquia Eclesiástica (1827)

Un hito crucial en la consolidación de Guanape como un centro poblado y organizado fue su elevación a Parroquia Eclesiástica en el año 1827.

Esta designación no era meramente un título religioso; implicaba una serie de consecuencias importantes para la vida del pueblo:

  • Reconocimiento y Estatus: La creación de una parroquia eclesiástica significaba que Guanape había alcanzado un nivel de población y estabilidad suficiente como para tener su propio cura párroco y una estructura religiosa formal. Esto le otorgaba un mayor estatus y autonomía dentro de la jerarquía eclesiástica, y por extensión, también en el ámbito civil, ya que la Iglesia Católica desempeñaba un papel central en la administración y organización de la sociedad provincial y temprana republicana.
  • Servicios Religiosos Regulares: Con una parroquia propia, los habitantes de Guanape tenían acceso regular a los sacramentos (bautismos, matrimonios, confesiones, etc.) y a los servicios religiosos que antes quizás debían buscar en pueblos más grandes o esperar la llegada de misioneros itinerantes.
  • Centro de Registro Civil (Informal): Aunque no existía un registro civil formal como lo conocemos hoy, las parroquias eclesiásticas actuaban como los principales centros de registro de nacimientos (bautismos), matrimonios y defunciones. Los libros parroquiales son hoy una fuente invaluable para la investigación genealógica e histórica de la población.
  • Fortalecimiento Comunitario: La iglesia parroquial y el cura párroco se convertían en el centro de la vida social y comunitaria. Las festividades religiosas, las cofradías y las actividades caritativas giraban en torno a la parroquia, fortaleciendo la cohesión social del pueblo.
  • Inversión en Infraestructura: La condición de parroquia a menudo venía acompañada de la necesidad de construir o mejorar la iglesia local, lo que implicaba inversión en infraestructura y la consolidación de un espacio sagrado más digno y funcional para la comunidad.

Consolidación Eclesiástica y Civil en la República Temprana

La fecha de 1827 es particularmente interesante, ya que ocurre poco después de la consolidación de la independencia de Venezuela. Esto demuestra que, a pesar de los turbulentos años de la guerra, el proceso de organización eclesiástica y civil de los territorios continuaba, y Guanape estaba en una fase de crecimiento y desarrollo que justificaba este reconocimiento.

La elevación a parroquia eclesiástica en 1827, en el contexto de un siglo XIX aún convulso, subraya la resiliencia y el constante desarrollo de Guanape, pasando de una fundación misional incipiente a un centro poblado con una estructura religiosa y social más definida, constituyéndose en un hito fundamental para la consolidación de Guanape como Parroquia Eclesiástica el 27 de junio de 1827. Esta decisión no fue fortuita; fue el resultado de una solicitud formal de los vecinos, plasmada en un documento del 7 de junio de 1827 desde la Villa de la Concepción de Píritu. En esta solicitud, firmada por notables como Calisto Vicente de Armas, Vicente Maria de Armas, Carlos de Armas, Manuel Ytriago y otros, se otorgaban poderes a Rafael de Armas para gestionar la declaratoria formal de pueblo y la elevación de su capilla a parroquia, argumentando la presencia de "mil y más almas" y la necesidad de un ministro eclesiástico. Este reconocimiento le confirió a Guanape un estatus oficial y una estructura religiosa y social más definida, convirtiendo su iglesia en el centro de la vida comunitaria y el registro informal de la población.


Fundadores y Misioneros

  • Fray Lorenzo de Belmonte (Fundador): Como ya se mencionó, este misionero Franciscano  es reconocido como el fundador de San Salvador de Guanape en 1650. Su labor fue fundamental en los primeros intentos de establecer asentamientos permanentes y evangelizar a las poblaciones indígenas en la región.
  • Padre Antonio Caulín (Cronista y Misionero): Aunque no fue fundador, este fraile franciscano es de gran importancia por sus crónicas y escritos del siglo XVIII. Sus obras, como la "Historia Corográfica, Natural y Evangélica de la Nueva Andalucía", ofrecen testimonios valiosos sobre el estado de las misiones y los pueblos, incluyendo Guanape, en 1745. Gracias a él, tenemos una idea más clara de la existencia y situación de Guanape en ese período.

Héroes de la Independencia (Paso por Guanape)

Guanape fue un punto estratégico durante la Guerra de Independencia, y aunque estos personajes no eran originarios de allí, su presencia y acciones en el pueblo son parte de su historia:

  • General Carlos Soublette: Destacado prócer de la Independencia, Soublette fue una figura militar y política. Su paso por Guanape en 1821, como parte de las operaciones militares, resalta la importancia estratégica del pueblo en las rutas y planes de la guerra.
  • General José Francisco Bermúdez: Otro de los valientes y aguerridos generales independentistas, Bermúdez también estuvo en Guanape en 1821. Su participación en la Campaña de Oriente y su interacción con el pueblo marcan un capítulo importante en la historia local.
  • General Pedro Zaraza Manrique: Con una destacada trayectoria en la guerra, especialmente en los llanos, Zaraza fue otro de los líderes militares que se reunieron en Guanape. Su presencia subraya la relevancia del pueblo como punto de concentración y coordinación para las fuerzas patriotas.

Figuras Locales y Contemporáneas

  • Primeros pobladores y familias fundadoras: Aunque sus nombres específicos a menudo se pierden en el tiempo, las familias indígenas Chaimas y los primeros colonos blancos que se asentaron en Guanape son personajes colectivos fundamentales. Ellos sentaron las bases de la comunidad y contribuyeron al desarrollo agrícola y social del pueblo.
  • Líderes comunitarios y religiosos a lo largo de los siglos: Cada generación de Guanape tuvo sus líderes locales, ya fueran curas párrocos, maestros, alcaldes o figuras prominentes en la vida social y económica, que trabajaron por el progreso y la preservación de las tradiciones del pueblo. Sus nombres a menudo residen en la memoria oral o en archivos locales.

Varios documentos enfatizan la importancia de la memoria y el rescate de la historia local:

"A Jesús Saume que no se olvide. Alfredo Armas Alfonzo" destaca el trabajo de Jesús Saume Barrios en la recolección de datos para su libro "Algo de Guanape" (publicado en 1979). Armas Alfonzo, en su artículo de 1976, insta a Saume a "terminar escribiendo el libro de Guanape que todo el mundo está esperando de él" y a "identificarle un origen al pueblo, una fecha de nacimiento". Subraya que "Un pueblo con historia sobrevive a toda ceniza".

"Algo de guanape y Silleta de Cuero" (también de Jesús Saume Barrios) reitera la dedicatoria a Sinforoso Macayo y Alfredo Armas Alfonzo, y la presentación de Juan Zeiden Álvarez, quien destaca el valor antropológico de la obra de Saume como un "extraordinario documento del más inapreciable interés histórico para un examen de la sociedad de una comunidad determinada del país durante ese proceso de cambio comenzado desde principio de siglo". Este texto refuerza la idea de la "Silleta de Cuero" como un espacio de transmisión oral de la historia cotidiana del pueblo.

"Silleta de Cuero" de Jesús Saume Barrios, amplía la descripción de la silleta de cuero como el lugar donde se transmitía "la historia menuda, los grandes acontecimientos, las murmuraciones, las pequeñas y grandes transacciones mercantiles, el noviazgo, el matrimonio, el compadrazgo, la conspiración política, los cambios de jefes civiles, de jueces y policías; lo sucedido en las fiestas patronales y en las galleras, las crecidas del río, lo bueno o lo malo de los inviernos y de las cosechas". Esto le da un contexto cultural muy rico a la forma en que se construía y compartía la narrativa del pueblo.

"LAS PALABRAS DE GUANAPE " y "Algo que también nos pertenece-Zeiden", ambos con la presentación de Juan Zeiden Álvarez a la obra de Alfredo Armas Alfonzo, también resaltan el compromiso con la identidad de los pueblos de la Cuenca del Unare y los Llanos Orientales, buscando que las obras literarias sirvan como un espejo para la comunidad.

Personajes Relevantes y Familias Clave

Don Vicente María de Armas Bellorín. El Germen de Guanape: La Adjudicación de Tierras Realengas a Vicente María de Armas Bellorín (1803).

De Armas, de Armas o Armas fue el apellido que ejerció el control de casi toda la actividad política y social y económica de Guanape por más largo tiempo. Esa hegemonía se acentuó a partir de 1803, cuando el Rey Fernando VII de España cedió a Vicente María de Armas Bellorín, natural de Cumana, la propiedad de las llamadas Vegas del rio Guanape, comprendidas entre la quebrada de Tartagal y la quebrada de Curucuti en las Aguaditas.

Este documento, investigado y presentado por el historiador y genealogista Julio José González Chacín, revela un hito fundamental en la historia de Guanape: la formalización de la propiedad de vastas extensiones de tierra a nombre de Don Vicente María de Armas Bellorín en el año 1803. Este acto es considerado por Julio José González Chacín como el "germen" de lo que, con el tiempo, se convertiría en la población de Guanape, y el origen de una parroquia civil formalizada entre 1827 y 1832.

Contexto Geográfico y Jurisdiccional:

En 1803, el "sitio de Guanape" se encontraba bajo la jurisdicción de Altagracia de Orituco, parte de la Provincia de Caracas. Esta zona era históricamente un punto de disputa fronteriza entre las Provincias de Cumaná y Caracas, con límites que se movían constantemente a lo largo del tiempo. Las tierras eran calificadas como "realengas", es decir, propiedad de la Corona Española y no adjudicadas a particulares para su explotación, al menos no a personas de ascendencia española. Es muy probable que en la zona existieran asentamientos indígenas ("rancherías"), pero para efectos de la ley virreinal, se esperaba que estos grupos se ubicaran en los resguardos indígenas de Tucuyo y Puruey.

La Solicitud y Adjudicación de Tierras:

  • Solicitante: Don Vicente María de Armas Bellorín.
  • Fecha de solicitud y mensura: 23 de julio de 1802.
  • Fecha de aprobación: 25 de febrero de 1803. La providencia fue acordada inicialmente el 7 de febrero de 1803 por la Intendencia General.
  • Tierras adjudicadas: Seis y media leguas y trescientos treinta y ocho mil varas cuadradas de "tierras realengas" en el río y sitio de Guanape. Julio José González Chacín estima que esta extensión equivalía a "casi unas 13 mil hectáreas de sabanas para cría de animales y de labor".
  • Costo: Don Vicente María de Armas Bellorín canceló 1.000 pesos, la suma en que fueron avaluadas las tierras, a la Real Intendencia de Caracas.

Firmantes del Documento:

El documento de aprobación, fechado en Caracas, lleva las firmas de importantes autoridades de la Real Intendencia de la Provincia de Caracas:

  • Joseph Ravelo: Presidente interino.
  • López Quintana: Oidor Decano (refrendando el documento).
  • Asteguieta: Contador Mayor Decano.
  • Cambell: Contador General.

Relevancia Histórica:

Este hallazgo documental por parte de Julio José González Chacín y César Armando Muñoz García, localizado en la Academia de la Historia, es de vital importancia porque:

  • Establece un hito en el poblamiento: Confirma la figura de Vicente María de Armas Bellorín como un propietario significativo y promotor de la actividad económica en la zona de Guanape a principios del siglo XIX.
  • Aclara el estatus de la tierra: Define que las tierras eran realengas y detalla el proceso de su adjudicación.
  • Contextualiza la jurisdicción: Sitúa a Guanape bajo la Provincia de Caracas y la jurisdicción de Altagracia de Orituco en ese período.
  • Sustenta el origen de la parroquia: Respalda la teoría de Julio José González Chacín y Cesar Armando Muñoz García sobre el período (1827-1832) en que Guanape se formalizó como parroquia, siendo esta adjudicación un paso previo fundamental para su desarrollo poblacional.
"Pueblos del norte de la cuenca del Unare: apuntes históricos". Este documento, de notable valor, refleja una investigación dedicada a desentrañar el pasado de la región. 

 



  • Calixto Vicente de Armas Cañas: Se les atribuye "dar forma a la incipiente población”, lo que los posiciona como figuras centrales en la consolidación del asentamiento más allá de la misión inicial. Su presencia y la de otros Armas e Itriago en la solicitud de 1827 demuestran la continuidad e influencia de esta familia en la configuración del pueblo.
  • Manuel Ytriago: También firmante de la solicitud de 1827, lo que indica la relevancia de la familia Itriago en la vida temprana del pueblo. El documento "LA COMUNIDAD DEOGRACIA YTRIAGO" profundiza en la figura de Calixto Vicente De Armas (dueño de tierras en 1808) y la Comunidad Deogracia Ytriago, vinculada a la propiedad de la tierra y las gestiones para los ejidos municipales. Se menciona a Don Deogracia Itriago en el contexto de la búsqueda del origen de los muertos como un acto de justicia.
  • El General Deogracias Ytriago: Cacique, Opresor y Figura Central en la Historia de Guanape. El General Deogracias Ytriago emerge de los relatos de Guanape como una de las figuras más influyentes y polémicas en la historia del pueblo. Su historia no se limita a su participación en la formación o desarrollo del conglomerado, sino que se centra en su papel como eje del sistema político y económico dominante en la región durante muchos años, caracterizado por una autoridad brutal y arbitraria. Las leyendas sobre Deogracias Ytriago, que forman parte del patrimonio oral de la gente de Guanape, lo describen como un caudillo con un poder casi absoluto. Estas leyendas van desde actos de "suma crueldad" hacia sus peones y allegados, pasando por el "poseimiento contra la voluntad de muchas jovencitas campesinas y de muchas mujeres de sus servidores", hasta la orden de "eliminar físicamente a cualquiera que se opusiera a su virtual reinado". Era un hombre que no perdonaba a nadie, y sus amenazas eran tomadas muy en serio, como lo demuestra el caso de José Camilo Rojas Fuentes de Cristal. Descrito como "el hombre más adinerado del valle del río Guanape", su influencia económica era incuestionable. Era un "guía de una inmensa familia" y, al mismo tiempo, un "forjador junto con otros de su pueblo y opresor de sus habitantes". Esto sugiere que su poder económico se traducía en un control social férreo, donde su voluntad era ley.

Patrimonio Cultural, Memoria Oral y Figuras Clave

Guanape, como muchos pueblos venezolanos, es un crisol de tradiciones indígenas y virreinales. Sus fiestas patronales, como las dedicadas a la Virgen de la Candelaria (2 de febrero), son un testimonio de su arraigo cultural e ininterrumpida religiosidad por más de dos siglos.

La preservación de la historia de Guanape ha sido un esfuerzo colectivo, con figuras destacadas en el rescate de la memoria local, y especialmente en el fomento y la expresión cultural:

  • Rodolfo Mogollón (1893-1937): Nacido en Pamplona, Colombia, este músico y maestro arribó a Guanape en 1914, marcando un antes y un después en la actividad cultural del pueblo. Con su llegada, Guanape vio la fundación de una escuela de Música, donde impartía clases de teatro y baile. Organizó una Estudiantina con jóvenes de ambos sexos, e impulsó la visita de importantes compañías teatrales, incluyendo el reprise de la compañía de Esperanza Carrera con la que él mismo había llegado. Mogollón encontró un ambiente propicio para su desarrollo artístico, decidiendo residenciarse definitivamente en Guanape, maravillado por el "material humano" local. Entre sus alumnos se cuentan miembros de influyentes familias como las hermanas Barrios De Armas (una de ellas, María Ernestina Barrios de Armas, con quien contrajo matrimonio), Trina Guzmán, las Díaz López, las López de Armas, las Charlita, Tobías Álvarez, José Manuel de Armas y las López Itriago. A pesar de su destacada carrera musical, y ante el parecer de su suegro José María Barrios Itriago de que la música no era un "trabajo total", Mogollón combinó su arte con las labores del campo en la hacienda El Mamey, en un punto que llamó “Corre las Aguas”. Su influencia se extendió por Anzoátegui, Guárico, Miranda y Monagas, donde su calidad como violinista y compositor fue ampliamente reconocida en bailes y salones, dedicando incluso el valse "El Zuliano" a Maracaibo, su primera etapa en Venezuela. Finalmente, se radicó en Ciudad Bolívar, donde fundó otra escuela de música y dirigió la Banda Marcial del Estado hasta su fallecimiento en 1937.
  • Rafael Tobías Álvarez Armas (1906-1990): Nació en Guanape el 1 de mayo de 1906, hijo de Calixto Álvarez Aguilar y María del Socorro Armas Domínguez. Su educación temprana se limitó a lo elemental debido a las dificultades de la época, siendo instruido por el bachiller Diego Sansón Jiménez Salazar. Aunque inicialmente trabajó en el taller de alpargatas de sus padres y luego como barbero, su verdadera pasión lo llevó a la música. A los 14 años, se encontró con Rodolfo Mogollón, quien se convertiría en su maestro de violín en la recién fundada escuela de música de Guanape. Durante cinco años, Tobías Álvarez se formó bajo la dirección de Mogollón, desarrollando una profunda inquietud por los "secretos del violín" y la "música difícil". Continuó sus estudios en Maturín por dos años y, aunque alternó la barbería con su faceta de músico en la "Compañía de los hermanos Reyes", en 1932 tuvo su primer acercamiento a El Tigre, donde tocaría en el único cabaret existente, observando el campamento de lona que marcaba el inicio de la ciudad petrolera. En 1940, se estableció definitivamente en El Tigre, dedicándose a la barbería y la música. Considerado "fundador" de El Tigre por su permanencia y contribución cultural, Tobías Álvarez es reconocido por su esfuerzo individual y su violín, formando a numerosos jóvenes músicos que hoy ocupan lugares de renombre. Su legado incluye composiciones como los pasodobles "Los Mereyes" y "Mercedes", los valses "Inspiración" y "El Bolivariano", y los merengues "Aleida" y "El Collar". Su música amenizó bailes de gala en diversas ciudades de Venezuela, siendo un "auténtico valor anzoatiguense" que dedicó su vida a la música como "el mejor mensaje de paz".
  • Jesús Rosalino Figueroa “Chalino”: Uno de los cultores populares más importantes de Guanape, reconocido por su maestría en el violín. "Chalino" tuvo una destacada carrera musical, formando parte del conjunto Unarí, con el cual realizó giras por el país y grabó un CD auspiciado por la Dirección de Cultura del estado Anzoátegui. Su talento lo llevó incluso a España, una experiencia que consideró una contribución a la proyección de la música tradicional venezolana, a pesar de su temor a volar. Los "aplausos más grandes de su vida los escuchó en la madre patria," donde su música generaba un entusiasmo comparable al de los Beatles. Guanape le rindió un gran homenaje, así como Valle de Guanape. Su música marcó la vida social de San José de Guaribe, donde su conjunto era imprescindible en fiestas y celebraciones. Conocido por valses como "Luna de Maracay," "Visión Porteña," "Te he Vuelto a Ver," y merengues como "La Escoba," "El Burro Viejo," "A Orillas del Jagüey," y la popular "Bola," que hacía bailar a todos. A pesar de su grandeza, "Chalino" fue un hombre humilde, cuyo legado incluye un homenaje póstumo del Ateneo de Guaribe y la grabación de su último CD en 2009. Su fallecimiento en 1992, al que Jesús Peñalver se refirió como "Violines en el cielo", dejó un vacío en Guanape, un pueblo que "sin agua y sin violín" lloraba la pérdida de su "Hijo Ilustre". Se le recuerda por su tesón, honradez y por su capacidad de hacer vibrar cualquier instrumento desde niño, demostrando un recto e inquebrantable proceder ciudadano. Su música es parte del acervo artístico y cultural de Guanape, un reflejo del afecto y la identidad de un pueblo que, como dijo Alfredo Armas Alfonzo, "nunca ha dejado de estar en uno." Referido ampliamente por Soraya González Rojas en un homenaje póstumo del pueblo de San José de Guaribe por su valioso aporte cultural.

Más allá de estos músicos, la preservación de la historia de Guanape ha sido un esfuerzo colectivo, con figuras destacadas en el rescate de la memoria local:

  • Rafael José Muñoz: La Voz Literaria Vanguardista de Guanape. Rafael José Muñoz, nacido en Guanape, Anzoátegui, en 1928, no es solo un poeta venezolano de renombre nacional, sino una figura literaria fundamental en el contexto de su pueblo natal. Aunque su obra trascendió los límites geográficos, sus raíces en Guanape y la región del Unare, rica en historias y personajes, seguramente influenciaron su sensibilidad y su mirada particular sobre la existencia y el lenguaje. La presencia de Muñoz en Guanape crea un contraste fascinante. Mientras figuras como Jesús Saume Barrios se afanaban en "recabar datos precisos" y las "tertulias de todos los días en las puertas de las bodegas o en las puertas de una casa de familia sentados en silletas de cuero" eran la "historia de cada conglomerado que se redactaba a diario", Rafael José Muñoz traducía esas experiencias humanas –el amor, el dolor, la vida en el campo– a un lenguaje poético complejo y universal. Su capacidad para mezclar "lo sublime y lo ínfimo" en sus versos puede verse, en cierta medida, como una destilación de la rica y a menudo cruda realidad de los pueblos del oriente venezolano, pero elevada a una dimensión artística completamente nueva.
  • Jesús Saume Barrios: Su figura emerge como el cronista por excelencia de Guanape, con su obra "Algo de Guanape" y el póstumo "Silleta de Cuero", que recogen la memoria oral y escrita del pueblo. Se le describe como alguien que "sabe narrar con esa cosa sabrosa de antes" y que buscaba "un tiempo en la historia para identificarle un origen al pueblo, una fecha de nacimiento". Jesús Saume Barrios, también conocido como "Chucho" Saume Barrios, emerge de los textos como una figura indispensable para la comprensión y conservación de la historia y la identidad de Guanape, en el estado Anzoátegui. Aunque su perfil inicial lo muestra como un "empresario comercial residenciado en Maracay", su verdadera vocación fue la de un historiador, cronista y, fundamentalmente, el guardián de la memoria oral y escrita de su pueblo natal. Formó parte activa del Comité de celebración del Sesquicentenario de Guanape en 1977, lo que subraya su compromiso con la conmemoración y preservación de la historia de su pueblo. Su labor fue reconocida y valorada por intelectuales de la talla de Alfredo Armas Alfonzo, quien lo consideraba un narrador innato con una capacidad especial para conmover y quien "reclamaba para Guanape un tiempo en la historia". También contó con el apoyo y la presentación del Dr. Juan Zeiden Álvarez, quien lo definió como un autor que, sin ser literato de profesión, creó una obra de profundo valor antropológico e histórico.
  • Sinforoso Macayo: El sepulturero de Guanape, mencionado en el artículo de Alfredo Armas Alfonzo sobre Jesús Saume. Su conocimiento de los muertos y sus historias lo convierte en un guardián de la memoria del pueblo. Sinforoso Macayo es una figura emblemática en la memoria colectiva de Guanape, reconocido por su singular oficio y su rol tácito como depositario de las historias más íntimas del pueblo. Su perfil, aunque conciso, es profundamente significativo. La principal mención de Sinforoso Macayo lo identifica como "el sepulturero" del pueblo. Este oficio, fundamental en cualquier comunidad, le confería una posición única: la de ser testigo y partícipe de los momentos más solemnes y dolorosos de sus habitantes. Es recordado por su diligencia y humanidad, asegurando que "no dejó sin sepultura a nadie". Esta frase, aparentemente sencilla, encapsula su compromiso y la importancia de su labor para la dignidad de los difuntos y la tranquilidad de sus familias. La figura de Sinforoso Macayo representa la autenticidad de los pueblos de "Venezuela adentro", donde las interacciones cotidianas y los oficios tradicionales tejían la trama de la historia. Es un recordatorio de cómo la "historia menuda" se construía a través de personajes como él, que eran testigos silenciosos pero fundamentales del acontecer diario.
  • Roberto O. Domínguez Armas: El texto sobre "La Comunidad Deogracia Ytriago", aporta una perspectiva más contemporánea sobre la disputa de tierras y la necesidad de los ejidos municipales. Su compromiso con la comunidad es evidente en su participación en el Comité de celebración del Sesquicentenario de Guanape el 11 de junio de 1977, donde figura como miembro activo junto a otras personalidades notables.
  • Alfredo Armas Alfonzo: Alfredo Armas Alfonzo, un autor con una "larga trayectoria de escritor". Su obra se caracteriza por la habilidad de "pintar" la realidad de la tierra y su gente, abarcando tanto la "belleza" como la "fealdad", el "amor" y el "dolor" que constituyen la esencia humana. Su estilo literario es elogiado por Luis Britto García en "Alfredo Armas Alfonzo-Las Alas del Ángel", quien analiza su aproximación a la ruralidad latinoamericana y su capacidad para trascender los estereotipos del criollismo. Reafirmado como una figura literaria clave que valoró y promovió el trabajo de Jesús Saume y la historia del oriente venezolano. Su texto "Las Palabras de Guanape" y el artículo "A Jesús Saume que no se olvide" son fundamentales para entender la narrativa histórica y cultural del pueblo. Alfredo Armas Alfonzo fue una figura influyente en su medio. Su obra "Las Palabras de Guanape", con presentación de Juan Zeiden Álvarez, se imprimió como una contribución para apoyar la adquisición de un local para la Casa de la Cultura de Guanape, demostrando su implicación en proyectos comunitarios.
  • Rafael Armas Alfonzo: Autor de relatos históricos como "La Pelea de Guanape". Paralelamente a su vasta carrera educativa, Rafael Armas Alfonzo fue uno de los más importantes investigadores y genealogistas del Estado Anzoátegui. Colaboró con diversos diarios de la región, publicando semanalmente el fruto de sus investigaciones. Su legado más significativo en este campo es su obra manuscrita e inédita "Algunas Familias de la Cuenca del Unare". Esta investigación exhaustiva se convirtió en la base fundamental para una plataforma genealógica virtual del mismo nombre, mantenida y ampliada por su hijo, el Dr. Álvaro Armas Bellorín (Cronista de Clarines), y el fallecido Lic. Julio José González Chacín, y continuada actualmente. Sus extensas notas y documentación sobre las familias de Clarines, Sabana de Uchire, Guanape, Barcelona y Píritu son un tesoro invaluable aún por explorar en su totalidad. Su dedicación a la historia y la genealogía fue oficialmente reconocida con su nombramiento como Cronista Oficial de Barcelona el 1 de mayo de 1990, y posteriormente como Cronista Oficial de Lechería (Municipio Urbaneja), donde aún es recordado con el honroso nombre de "El Maestro Felo".
  • Dr. Juan Zeiden Álvarez: Intelectual, Promotor Cultural y Testigo de la Identidad Oriental Venezolana. El Dr. Juan Zeiden Álvarez se perfila en los documentos como una figura de gran relevancia en el ámbito cultural e histórico del oriente de Venezuela, particularmente en su relación con Guanape y la cuenca del Unare. Su rol se extiende más allá de la mera erudición, posicionándose como un promotor activo de la identidad regional y un presentador perspicaz de la obra de otros destacados autores. Presentador y Crítico Literario: Una de sus funciones más destacadas en los documentos es la de presentador de obras literarias. En "Algo de Guanape y Silleta de Cuero" y "LAS PALABRAS DE GUANAPE" / "Algo que también nos pertenece-Zeiden", Zeiden Álvarez es el autor de las presentaciones de las obras de Jesús Saume Barrios ("Algo de Guanape" y "Silleta de Cuero") y Alfredo Armas Alfonzo ("Las Palabras de Guanape"). En estas presentaciones, no solo introduce al autor y su obra, sino que también ofrece un análisis profundo y elogioso de su valor: De la obra de Jesús Saume Barrios, destaca que "más que memoria nostálgica" es un "extraordinario documento del más inapreciable interés histórico para un examen de la sociedad de una comunidad determinada del país durante ese proceso de cambio comenzado desde principio de siglo". Subraya el valor antropológico de la obra de Saume, quien "nunca midió el alcance de un trabajo más que literario, de valor antropológico por el que se asomaba al Guanape que amó tanto". Respecto a Alfredo Armas Alfonzo, Zeiden Álvarez lo elogia por su "larga trayectoria de escritor" y su capacidad para "pintar" la realidad de la tierra y su gente, sin ocultar ni la belleza ni la fealdad. Resalta que Armas Alfonzo capta "Todo amor, todo dolor" de la gente oriental en su obra, sirviendo como un "espejo" para que los lectores se vean a sí mismos. Compromiso con la Identidad Regional: El Dr. Juan Zeiden Álvarez comparte la preocupación por "ir fortaleciendo la identidad de los pueblos que conforman la Cuenca del Unare y los Llanos Altos Orientales". Sus escritos son un claro testimonio de su compromiso con que las obras literarias y las crónicas históricas sirvan como una herramienta para el autoconocimiento y la reafirmación cultural de la región. Su perspectiva subraya la importancia de la historia y la literatura como pilares para la construcción de una identidad sólida. 
  • Carlos Pinto: El fotógrafo "más conocido de todos los pueblos de la parte noroeste del estado Anzoátegui", cuya presencia con su máquina "al minuto" en las fiestas de Guanape en 1938, y sus proyecciones de cine, lo convierten en un personaje pintoresco y clave para la documentación visual y el entretenimiento de la época.
  • Comité de celebración del Sesquicentenario de Guanape (1977): La lista de sus miembros "Comité de celebración del Sesquicentenario de Guanape" muestra el compromiso de varias familias y figuras importantes de Guanape en la preservación y celebración de su historia.
  • Julio José González Chacín: Reconocido por "prender la mecha" del interés por la historia local y el rescate de la memoria. Julio emerge como una figura fundamental en la historiografía y genealogía de la cuenca del Unare, de Guanape y sus alrededores. Su trabajo se caracteriza por un profundo compromiso con el rescate de los orígenes y la memoria colectiva de las comunidades. Es co-autor, junto a César Armando Muñoz García, del libro "Pueblos del norte de la cuenca del Unare: apuntes históricos". Este documento, de notable valor, refleja una investigación dedicada a desentrañar el pasado de la región. La dedicatoria de la obra es significativa: "A la memoria de nuestros ancestros: Bustillos, Armas, Itriago, Barrios, Domínguez, Espinoza...", lo que ya anticipa su interés en los linajes familiares y la conexión entre el pasado y el presente. La obra busca que "el conocimiento de sus orígenes contribuya de alguna manera al fortalecimiento" de las nuevas generaciones. El Dr. Henry José Agobian Vietri lo describe como un "excelente genealogista" y una figura clave en la revisión y ampliación de la obra manuscrita e inédita de Rafael Armas Alfonzo, "Algunas Familias de la Cuenca del Unare". Marisela Espinoza Aguilar en "La Historia abrazada a sus muertos", lo reconoce explícitamente como la persona que "prendió la mecha de este bonito incendio de encuentros" en relación con la búsqueda de los orígenes familiares. Esta frase resalta su papel catalizador en el despertar de la curiosidad y el interés por la genealogía y la historia entre la gente de la región, estimulando a muchos a "hurgar baúles" y "buscar sus orígenes". Fue un historiador riguroso y un genealogista apasionado, cuyo trabajo no solo documentó el pasado de la cuenca del Unare sino que también inspiró a toda una comunidad a conectar con sus raíces, convirtiéndose en una figura esencial para la preservación de la identidad y el patrimonio histórico y genealógico de la región.

Conflictos y Acontecimientos Significativos

  • "La Pelea de Guanape" (1902): El documento "La Pelea de Guanape de Rafael Armas Alfonzo" detalla un evento bélico crucial durante la Revolución Libertadora. El General Luis Manuel Itriago Armas ("Veneno") ocupaba militarmente Guanape con fuerzas del Gobierno. La batalla involucró al General Zenón Marapacuto (jefe civil de Sabana de Uchire, como se ve en la "Carta del Jefe Civil de Sabana de Uchire Zenón Marapacuto al arzobispo de Caracas (1880)" y al Coronel Pedro Rafael Armas Itriago. La muerte del General Itriago y las subsiguientes acciones de Marapacuto ("no permitió que se levantara el cadáver, el cual estuvo expuesto al sol por varias horas") ilustran la crudeza de los conflictos de la época y las tensiones entre los caudillos. Se revela que Jesus María, Chucho, Armas Itriago fue el autor del disparo mortal.

La historia de un pueblo no solo se construye con grandes figuras nacionales, sino también con el esfuerzo y la dedicación de aquellos que día a día, generación tras generación, han moldeado su identidad.

Los orígenes de Guanape como entidad civil están intrínsecamente ligados a su fundación religiosa y militar en el contexto de la conquista y poblamiento española en Venezuela, evolucionando desde un asentamiento misional hasta un municipio organizado.

Los documentos consultados complementan significativamente la información, confirmando fechas clave, añadiendo detalles sobre las familias fundadoras y los procesos de poblamiento, revelando documentos históricos directos como la solicitud de parroquia, y expandiendo el repertorio de personajes y acontecimientos que dan forma a la rica y compleja historia de Guanape.

Guanape emergió como entidad civil a través de un proceso evolutivo: de una fundación misional inicial, a un asentamiento consolidado por la evangelización y las dinámicas provinciales, fortalecido por su posición estratégica en la independencia, y finalmente reconocido y estructurado como municipio en la etapa republicana.

2 comentarios:

  1. Luis Rafael Dominguez Perez11 de junio de 2025, 20:15

    Salidos. Soy nieto de Rafael Arturo Dominguez Armas hijo de Oscar Dominguez Dominguez mi nomnbre es Luis Rafael Dominguez Perez me gustaria saber mas sobre los antecedentes familiares y que papel jugaron mis Abuels Rafael y Columba en Guabape. veo que en esta narracion aparecen solo como hecho de tragegia me guastari saber mas de los aspectos positivos. gracias.

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  2. Luis Rafel Domiguez Perez11 de junio de 2025, 20:16

    saludos

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